sábado, 9 de octubre de 2010

Comentario de una secuencia de la película "Vatel"

VATEL

La película de Vatel trata sobre la dura y dramática vida de este cocinero francés del siglo XVII. François Vatel era el intendente fiel del Príncipe de Condé, su mano derecha, quien encarga a Vatel la difícil tarea de organizar la recepción de toda la corte de Versalles y del propio rey Luis XIV en el castillo de Chantilly. La finalidad de este festejo para la Corte de Luis XIV, que durará tres días y tres noches, es conseguir que el monarca conceda el título de general al Príncipe de Condé para ejecutar la guerra contra los holandeses, gobernados por Guillermo de Orange.


En solo una pequeña secuencia de la película ya podemos observar que el territorio francés estaba reinado plenamente por el absolutismo.
Lo primero, la extravagancia y exageración con la que se recibe al rey Luis XIV, preparándole una comida en pleno campo, pero creando un ambiente de palacio, con unos decorados, una orquesta y un espectáculo carísimo para la época, sólo por el mero hecho de complacer al monarca, quien por cierto, era aficionado al ballet.
Luis XIV era considerado un dios, el dios Sol, y abarcaba en su misma persona todos los poderes para gobernar Francia (poder legislativo, ejecutivo y judicial), por lo que gobernaba como quería, se hacía lo que quería y además todos debían obedecer sin poner pegas.
Estos detalles se observan en la secuencia de esta película, pues por ejemplo el rey obligaba a todos los hombres a vestir una peluca de pelo natural; todos comían con cubiertos, pero el rey con las manos; el rey podía cambiar de sitio a quien quisiera sin dar explicaciones y todos debían obedecer; detrás del decorado, vemos un ejército de campesinos y sirvientes dirigidos por Vatel muy atareados en la cocina y en los preparativos tan solo para contentar al rey y su corte (aquí apreciamos los grupos estamentales, aunque hasta los nobles estaban por debajo del rey, quien era monarca por derecho divino, por eso era considerado como un dios) pues así observamos que la forma de gobierno era, sin duda alguna, absolutista.
Vatel fue un hombre totalmente volcado en su trabajo, muy perfeccionista, que se sabía las alergias, gustos y preferencias de cada uno de los miembros de la corte y por supuesto, del monarca, para complacerlos lo máximo posible. Por tanto, es considerado el mejor maestro de ceremonias y festejos, pues prefería morir antes que no tener pescado que servir a sus invitados.


En la actualidad, también se hace una mayor atención a la gente importante, como a los reyes, políticos, gente famosa, etc. Como por ejemplo que viven en sitios más sofisticados y lujosos, tienen gente a su servicio y son más conocidos en todo el país, pero estos rasgos tienen que ver con el dinero, aparte de casos como los reyes.
Hoy en día en España vivimos una democracia, con un principio de separación de poderes, de manera que ya no estamos sometidos a la voluntad de una persona. Hoy en día, no hay cien personas al servicio de una corte y su monarca, y además todos somos iguales ante la ley, ya no hay una sociedad estamental, por lo. Y por último, todos vivimos bajo unas leyes elaboradas por muchas personas que piensan en el bienestar de una población, no vivimos bajo los mandatos de un monarca absolutista que se guía según sus gustos y hace lo que quiere.


Para finalizar, diré que en mi opinión la película es bastante histórica, porque nos relata con todo lujo de detalles un fragmento de la historia real, el afán del Príncipe de Condé por conseguir el título de general y así llevar a las tropas francesas contra los holandeses y Guillermo de Orange. Pero también he de decir que en la película han metido historias secundarias para hacer la película más atractiva, como el romance entre Vatel y Anne de Montausier, objeto de deseo de Lauzun y el propio Luis XIV. Esto no me parece real porque considero a Vatel una persona sensata y fiel a su señor, que no arriesgaría todo su trabajo acostándose con el ojito derecho del monarca, y menos aún, no arriesgaría su vida haciéndole eso al rey, en esa época no lo haría Vatel, no lo haría Lauzun, ni lo haría nadie.

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