sábado, 19 de febrero de 2011

COMENTARIO SOBRE EL DOCUGRAMA DEL VOTO FEMENINO


OCHENTA ANIVERSARIO DEL SUFRAGIO FEMENINO EN ESPAÑA



El pasado 9 de febrero los alumnos del I.E.S Elaios acudimos a ver un docudrama representado por varios profesores del Avempace que trataba uno de los temas que más polémica desató en su momento, el derecho de la mujer al voto.

La obra, ambientada en la época de la Segunda República española, se divide en dos partes:

En la primera, aparecen los diputados de diferentes partidos debatiendo el sufragio femenino, pero muchos se ríen ante la idea de que una mujer vote, pues exponen razones muy machistas como el que la mujer debe ocuparse de la casa, que se dejan llevar por sus sentimientos y emociones o que están muy influenciadas por los curas. Algunos sueltan ideas como dejar que voten a partir de los 40, que es cuando se supone son más maduras e independientes intelectualmente. Tan solo un diputado las defiende. Tras haber charlado un poco sobre el tema (casi sin darle importancia, como si fuera un chiste lo que intentan las mujeres), deciden acudir a escuchar los discursos de las Parlamentarias Victoria Kent y Clara Campoamor. Es así como comienza la segunda parte.

Comienza con el discurso de Victoria Kent, diputada del Partido Republicano Radical Socialista y muy fiel a la República, en el que pide el aplazamiento del voto femenino o su condicionalidad, y no era, decía, una cuestión de la capacidad de la mujer, sino de oportunidad para la República. Sus argumentos son varios. Pide que los diputados dejen a la mujer convivir un tiempo con la República, que aprendan a quererla y a valorar los beneficios que trae a España. Pero denoto que en el fondo, Victoria se sentía un poco defraudada con las mujeres, pues comenta que en las manifestaciones para conseguir el voto femenino no asistieron un número significativo de mujeres, no había un movimiento verdaderamente considerable. Como la manifestación de las mujeres universitarias, a la que solo acudieron cuatro chicas.
A continuación, habla la señorita Clara Campoamor, sufragista del Partido Radical. Clara expone su deseo de que se apruebe el voto de la mujer, porque es lo más justo y necesario. Sus argumentos se centran en desmentir, explicar, aclarar o contrariar los de su compañera Victoria Kent. Y por consiguiente, expone las razones por las que las mujeres deben poder votar, porque es una cuestión ética, nos dice, que las mujeres ya han apostado por la República, y que ahora la República es quien tiene que trabajarse un poco a las mujeres otorgándoles un derecho tan básico y natural como es el sufragio femenino.

Para finalizar, los profesores nos aportaron más información y resolvieron nuestras dudas. Relataron las biografías de ambas Parlamentarias, nos enseñaron algunos libros que habían usado para obtener información para la representación y nos comunicaron los resultados de la votación, en el que el voto femenino había sido aprobado por 161 votos frente a 121.

En definitiva, el discurso de Clara Campoamor era, a mi parecer, mucho más convincente y mejor preparado que el de Victoria Kent, cuyo discurso sin embargo fue mucho más aplaudido y alabado por la Cámara a priori.

He de decir que la obra tiene su encanto, pues siempre es mucho más llamativo ver una representación sobre estos hechos que han marcado nuestra vida actual, que aprendértelo en los libros de texto. Por ello, ha sido una gran idea.
La representación, aunque no muy difícil, es muy satisfactoria, pues cuando charlaban al principio en la Cámara ha sido ingenioso el entramado de cúando hablaba cada diputado y qué decía cada uno. Pues esa es otra, el lenguaje era muy rico y le ha dado mucho nivel a la obra, ya que han sacado expresiones e ideas sacadas de los libros que hablaban sobre este acontecimiento.

lunes, 14 de febrero de 2011

DESCRIPCIÓN DE UNA OBRA DE GOYA



EL AQUELARRE





1. Observación detenida de la obra


El título de esta obra, que fue realizada por el famoso pintor aragonés Francisco de Goya entre 1819 y 1823, no es único, pues según diferentes interpretaciones recibe un nombre u otro. Viñaza, por ejemplo, tituló esta pintura El Aquelarre, pero también se la conoce como El Gran Cabrón (Viñaza), Reunión de Brujas (Imbert) o Escena sabática (Sánchez Cantón).

El cuadro es uno de los catorce que conformaban las Pinturas Negras de Goya, una serie de obras destinada a decorar su casa a las afueras de Madrid, llamada la Quinta del Sordo.

Esta obra, al igual que el resto de Pinturas Negras, se encuentra actualmente en el Museo del Prado desde 1881, donada por el banquero belga Frédéric Émile d’Erlanger.

2. Situación en el contexto


Entre 1820 y 1823 España vive el Trienio liberal, que es quizás, el periodo de tiempo más apasionante de la historia española. Tras el pronunciamiento de Riego en "Cabezas de San Juan", en el que el general y su ejército se niegan a embarcar hacia América para sofocar las rebeliones independentistas (1 de enero de 1820), se reestablece en España el liberalismo y la Constitución de 1812, anteriormente abolida por el monarca Fernando VII. En tan solo tres años, nuestra patria se había convertido en el país más liberal de toda Europa Occidental y Latinoamérica, y son tiempos de libertad, que Goya aprovecha para dejar fluir el artista romántico que había sido oprimido hasta entonces.

La sociedad sigue siendo supersticiosa y crédula, sin acceso a la educación en su mayor parte y muy influenciada por la Iglesia católica.

Goya adquiere la finca llamada la Quinta del Sordo a orillas del río Manzanares en 1819, muchos creen que para poder vivir con su amante, Leocadia Weiss, mujer casada con Isidoro Weiss, y con la que pudo tener una hija, Rosario.
Durante esta época, el pintor sufre además una enfermedad que le deja una fuerte secuela y que influirá en su vida tanto personal como artística. Me refiero a su sordera, un duro bache en la vida de Goya, y que unido a los turbulentos sucesos vividos en el Trienio Liberal, llevarán al pintor a realizar una serie de cuadros con temas pesimistas y deprimentes, sobrenaturales y mitológicos, y algunos incluso macabros; las Pinturas Negras.

3. Descripción


El Aquelarre, como el resto de Pinturas Negras, fue pintado con la técnica de óleo al secco (sobre la superficie de revoco de la pared), para la decoración de los muros de su casa; y fue pasado a lienzo en 1873 por Salvador Martínez Cubells.

El cuadro es de gran tamaño (140cm X 438cm), y de composición simétrica, ya que las brujas están sentadas en círculo. Se podría decir que el centro gira entorno a la mujer del pañuelo blanco, a cuyos lados se encuentran dos figuras muy importantes en la pintura, el demonio, representado como un macho cabrío, y una mujer sentada en la silla (el retrato de Leocadia, amante de Goya).

Goya utiliza, como en la mayoría de las Pinturas Negras, una paleta sucia (diversos colores mezclados con negro) y una pincelada suelta, remarcando el contorno de algunas figuras, como la de la izquierda por ejemplo, con líneas muy finas. Además, juega con la luz, apreciable sobre todo en el primer plano de la pintura, que es el que interesa, en el que hay mayor movimiento, por lo que las figuras de atrás aparecen oscuras y con un rostro indeciso (perspectiva aérea). Se utilizan también fuertes claroscuros, como en el pañuelo de la bruja sentada en la silla. Con todo ello, Goya crea una escena de terror, macabra, pero le da cierto morbo a la situación junto al hecho tan tenebroso de que las brujas estén invocando al diablo.

Por último, analizaremos las figuras. Los rostros de las brujas están deformados, tienen un aspecto grotesco, casi caricaturizado, hasta el punto de haber animalizado sus rasgos. Y Goya introduce una ingeniosa innovación, pues las brujas están muy juntas, sin espacio visible entre ellas, por ello da la sensación de crear un efecto de masas, no de figuras juntas. El resultado, un grupo muy numeroso de brujas observando el espectáculo.

4. Significado y función de la obra


La función, como ya he dicho, es una pintura dirigida a la mera decoración de la casa que Goya adquirió en 1819, la Quinta del Sordo.
En la planta baja, los temas son muy variados. Esta es la planta donde se encontraba el comedor y sala de estar, por lo cual, los cuadros tienen temas de comidas, aunque son representados con especial humor negro por el pintor. Encontramos por ejemplo Saturno deborando a un hijo, Dos viejos comiendo sopa(se hace referencia al hambre y la miseria), Judith y Holofernes (Judith mata a Holofernes tras invitarle a un banquete), El Aquelarre... Al ser la planta peor iluminada, predominan los cuadros oscuros, donde se representa la vejez, el pesimismo y hasta la decadencia sexual (Leocacia, Judith...).
En la planta superior, en el dormitorio, encontramos pinturas se aprecia un contraste entre la risa y el llanto (sátira y tragedia) y entre los elementos de la tierra y el aire. Por ejemplo, Duelo a garrotazos, Hombres leyendo, Mujeres riendo...


Son muchos los significados que se pueden extraer de la obra de nuestro querido pintor.

En primer lugar, puede parecernos extraño que alguien quiera decorar su casa con estas pinturas tan deprimentes, tan "negras"; pero Goya no era una persona normal, él tenía una peculiar sensibilidad y concepción revolucionaria y novedosa del arte pictórico. A parte, en esta época no podía estar muy feliz que digamos, pues había rozado la muerte (como representa en su estremecedor cuadro Goya atendido por el doctor Arrieta, 1820), lo que le había causado una sordera de por vida, y lo refleja con una pintura de esta categoría, al igual que hizo anteriormente con Los Caprichos.

Otra interpretación que puedo encontrar es que el autor, reprimido durante los años de absolutismo, aproveche la libertad que reina el momento y encuentre satisfacción en dar rienda suelta a su imaginación y así dibujar temas prohibidos, mal vistos en la época, dibujar, con un claro estilo romántico, todo lo que siente, su pesimismo, su depresión, ¿o tal vez se trata de una crítica?

No debemos olvidar que Goya era un ilustrado, y por ello también puede considerarse que se trate de un humor irónico del pintor, y que con esta serie de cuadros critique a la sociedad supersticiosa, a la ignorancia de un pueblo, de un país sin acceso a la educación muy influenciada por la poderosa Iglesia y sus instrumentos, la Santa Inquisición.

Por último, me gustaría aclarar que no entiendo por qué ha dibujado a su amada Leocadia en esta obra tan macabra y tenebrosa, degradándola a la altura de una Bruja, poniéndola al lado del mismísimo diablo. ¿Se habría acabado el amor por algo que ella le hizo?



NOTAS:
  • Hay un cuadro anterior muy parecido a este, y que también fue titulado El Aquelarre. Goya lo pintó entre 1797 y 1798 para el palacio de recreo de los Duques de Osuna, en la finca que tenían en la Almeda de Osuna (hoy parque del Capricho), en Madrid.

  • Aquí adjunto un enlace con información muy curiosa sobre los aquelarres y el mundo de las brujas (pincha aquí). Una de las causas por las que Goya pudo elegir estos temas tan fuera de lo común, tanto para sus Caprichos como para sus Pinturas Negras, pudo ser la influencia de un amigo del pintor. Hablo de Moratín, un escritor ilustrado español muy importante.